Apasionada en reducir la distancia entre el saber y el hacer
Durante 25 años, el periodismo, mi gran pasión, me dio la oportunidad de vivir y trabajar en varios países y continentes. La gente siempre fue mi primera fuente de información y mi gran inspiración. Con los años eso me convirtió en una entusiasta de la geografía de la comunicación. Cada vez mi curiosidad para comprender por qué las personas entendemos y reaccionamos de forma diferente ante un mismo hecho era mayor.
Transmitir es un arte que va más allá de lo visible y lo aparente. Cuando se logra, repercute en todos los ámbitos de nuestra vida. Tal vez por eso, en 2012, después de cubrir la cascada de revoluciones en Oriente Medio para TVE ( la Corporación Pública de Radio y Televisión Española), tuve la necesidad imperiosa de parar para pensar. Estaba en la cima de mi carrera, lo había dado todo y había recibido mucho. Sin embargo, me sentía vacía. Pensé que había llegado el momento de compartir con los demás ese arte que había sido el motor de mi vida, esta vez de una forma diferente.
Sin darme cuenta, una pasión me había llevado a otra. En periodismo casi siempre te dedicas a hablar de desencuentros, y a mí me interesaba más buscar los encuentros. Así decidí convertirme en parte activa del cambio que quería ver en el mundo. Por eso ahora me dedico a potenciar el desarrollo de profesionales y equipos, para mejorar el rendimiento de sus capacidades y crear ambientes más inclusivos. Mi trabajo combina neurocoaching, inteligencia emocional, competencia cultural, desarrollo organizacional y pensamiento crítico. Así continúo creciendo, aprendiendo y compartiendo esfuerzos en pro de esa visión del mundo que aspiro a que hereden futuras generaciones. Courage to Change es el resultado de mi historia y la historia de otros muchos con los que me crucé en el camino y dejaron huella en mí.
Porque todo depende de nuestra actitud con nosotros mismos y con respecto a los demás. Dirigiendo equipos multiculturales, trans-funcionales, y, sobretodo, viviendo en ambientes culturales diferentes al mío, comprobé lo importante que era desarrollar una relación tipo coaching con los demás. Descubres que consigues un mayor impacto, no haciendo más, sino inspirando y motivando a otros. Si facilitas el entendimiento y el diálogo, aprendes a escuchar, y ayudas a sacar en los demás ese líder que todos llevamos dentro, se rinde, se colabora y se vive mejor.
Si nos detenemos a observar nuestro entorno, vemos que la mayoría de las veces no sabemos por qué hacemos las cosas que hacemos ni hacia dónde queremos focalizar nuestra atención. No importa dónde estés ahora, o hacia dónde quieras ir. Incluso puedes estar perdido. El coach te ayuda a superar tus propios límites.
Porque en este mundo global de hoy todo está conectado. Porque más allá de nuestro coeficiente intelectual está nuestra inteligencia emocional, y porque aprender a escuchar es fundamental para comunicarse. Como coach profesional certificada, facilitadora del cambio, consultora en gestión intercultural, y comunicadora, ayudo a mis clientes a “pensar en pensar”. Con este simple acto premeditado se pueden tomar mejores decisiones, negociar mejor los conflictos y superar sin miedo situaciones de cambio. Esto nos permite adaptar mejor a nuevas realidades, con mayor rendimiento, mayores compromisos, menos estrés y, si es posible, también un poco más de felicidad.
Mis clientes son personas motivadas a alcanzar sus objetivos profesionales y personales. Individuos comprometidos con su trabajo y su entorno social. Mi reto es generar la atmósfera propicia para que exploren cómo su cerebro y su corazón actúan ante la toma de decisiones y situaciones diversas. Cuando mejoramos nuestra capacidad de escuchar y reflexionar, el resultado siempre es mejor y mayor. El cliente aprende a identificar prioridades y a clarificar su visión de futuro, claves fundamentales para conseguir sus objetivos de carrera y de liderazgo.
Hoy en día todo lo que hacemos se convierte en una interacción cultural. Ayudar a mis clientes a ser más conscientes de la realidad que les rodea es un objetivo fundamental en mi trabajo. Sé de primera mano cómo de crucial es que un proyecto o un mensaje trascienda obstáculos interculturales para crear relaciones genuinas, satisfactorias y duraderas. Para ello, es fundamental entender cómo individuos o grupos de diferentes culturas piensan y trabajan. Cuando conectamos mejor con los demás somos capaces de entender, y cuando entendemos respetamos. Si conseguimos un sólido nivel de comprensión y diálogo en nuestras relaciones interculturales, podemos llegar a alcanzar la capacidad de cambiar el curso de los acontecimientos y lograr sacar nuestro máximo potencial.
Fundé Courage to Change porque he vivido en primera persona y en múltiples ocasiones esa emoción contradictoria que produce enfrentarse a un cambio, muchas veces radical e inesperado. Además, ofrezco mi probada experiencia en posiciones de liderazgo con resultados accesibles, tangibles y sostenibles. Por último, quiero resaltar que no sólo mis métodos son interdisciplinares, también lo son mis pasiones. Pasiones basadas en la colaboración, la innovación y la responsabilidad social. Todo esto combinado con un acuciado sentido de comunidad global, me convierte en una coach capaz de traducir visión en resultados sostenibles y tangibles.