Combinando los secretos de la ciencia y el corazón
El cerebro es lo más valioso que tenemos. Es el centro de todo lo que hacemos, y donde nace y se desarrolla todo lo que nos caracteriza como seres humanos individuales. Sin embargo, lo hacemos funcionar al límite y no lo cuidamos. Debido a eso, nuestra fatiga de decisión aumenta a medida que nuestra capacidad de voluntad, claridad y energía disminuyen. Ahí es donde el neurocoaching puede ayudarte.
Trabajo siguiendo los parámetros de la International Coach Federation (ICF) y el Instituto de NeuroLeadership de Nueva York. El entrenamiento basado en el cerebro se centra en conseguir resultados y mejorar el rendimiento respetando un principio fundamental: no hay dos personas iguales porque no existen dos mentes iguales.
Con demostrados altos grados de eficacia, este tipo de entrenamiento ayuda a lograr claridad y perspectiva. Me gusta decir a mis clientes que es como llevar nuestra mente al gimnasio. Nuestro cerebro, la parte del cuerpo que más utilizamos, también necesita ejercicio para gozar de mejor salud y rendir al máximo.
En una palabra, todo.
El Coaching basado en el entrenamiento del cerebro para desarrollar nuevos hábitos facilita el cambio empezando por mejorar la manera en que pensamos y reflexionamos. Esto nos ayuda a tener conciencia de las cosas, a cambiar en la dirección que deseamos y a agilizar nuestra toma de decisiones. La clave es sustituir el “debo” por el “quiero”, a no ponernos límites, a superar los miedos y a creer en uno mismo.
El coach fundamentalmente actúa de compañero de reflexión. Lo que llamamos un Thinking Partner. El neurocoaching no es una terapia, ni una tutoría. El coach no hace, ni decide. Sólo acompaña y guía con preguntas para lograr los objetivos. Este es un proceso enfocado exclusivamente a sacar lo mejor del cliente, aunque este no sea consciente de lo que puede lograr. En realidad, el coaching basado en el cerebro es un viaje de exploración interior para desatar ese líder que todos llevamos dentro.
Fundamentalmente, se pretende que la persona tome conciencia de sus hábitos y su forma de actuar y, a partir de ahí, logre modificar lo que considere oportuno.
El proceso es muy sencillo. Está orientado a no atascarse en el pasado, centrarse en las soluciones y no en los problemas y adquirir compromisos cuantificables que nos permitan avanzar y mejorar nuestra forma de pensar y de actuar.
Se trabaja al unísono los conceptos de palabra, pensamiento y acción, de tal manera que cada uno puede ver de qué manera actúan sus palabras, sus pensamientos y sus acciones y, por supuesto, el efecto que producen en los demás. Uno no puede cambiar aquello de lo que no es consciente. Cuando se toma consciencia es más fácil crear nuevos hábitos y formas de conducta.
Aunque es un entrenamiento basado en la neurociencia, y otros aspectos científicos del funcionamiento del cerebro, estos pasan inadvertidos por el cliente. Al fin y al cabo, estamos ante una sesión de coaching, no una clase de ciencias. La Sesión de Química gratuita inicial acordada con el cliente sirve para detectar necesidades y establecer prioridades y objetivos. Con esa información, se diseña un plan de acción personalizado. En general se trabaja:
• Motivación
• Disfrute (optimismo y gozar con lo que se hace)
• Elasticidad Mental
• Confianza (en uno mismo y en los demás)
• Calma y tranquilidad
• Concentración y Conciencia
Para lograrlo se entrena al cliente cómo lograr:
• Fijar metas y objetivos claros
• Comportamiento (hábitos)
• Emociones (Mindfulness, presencia y adaptación)
• Pensamiento (creencias y actitudes)
• Visualización
• Regulación de la energía y el tiempo (autoeficacia)
Todo comienza con una sesión preliminar gratuita que denomino “Sesión de Química” porque en ella tanto el cliente como yo comprobamos si existe esa conexión necesaria para desarrollar el proceso. En esta sesión, se identifican las áreas en las que el cliente necesita intervención. La duración varía según el programa acordado y las necesidades. Oscila de 4 a 12 semanas en sesiones de 50 minutos semanales. Las sesiones se hacen en persona, teléfono, Skype, o cualquier otro método online.
Una vez los objetivos iniciales se han alcanzado y el proceso está encarrilado, las sesiones pueden convertirse en quincenales. Al acabar, con frecuencia los clientes quieren mantener reuniones periódicas de seguimiento y mantenimiento con mi programa Coach On Call. Otros quieren seguir de forma periódica permanente. Especialmente para las personas en posiciones de dirección y toma de decisiones constantes, el coach es un compañero de viaje imprescindible para mejorar el rendimiento y ampliar la perspectiva.
Va dirigido a todo tipo de personas y se puede adaptar a todas las necesidades y circunstancias. Empezó hace unos años aplicándose al mundo del deporte, después pasó a la empresa y ahora ya se ha extendido a todos los terrenos de nuestra vida. En mi caso he centrado mi especialización en el mundo de la empresa, los negocios, emprendedores y expatriados. También trabajo con artistas, creativos, y profesionales sometidos a mucha presión y niveles de estrés, o personas que simplemente quieren mejorar su calidad de relación y comunicación con los demás. Si no estás entre los grupos mencionados y quieres saber si puedo ayudarte no dudes en contactar conmigo.